jueves, 5 de febrero de 2009

¿CÓMO LIBERARNOS DE LA COTIDIANIDAD?


¿Cómo liberarnos de la cotidianidad? Creo que esa pregunta se la ha formulado la humanidad desde que el hombre es hombre (incluyo a la mujer hasta que no tengamos otra designación para incluir a ambos según los tiempos que corren y donde el vocabulario a veces no alcanza para no ser machista). Lo que sucede es que la cotidianidad es nuestro ser en el mundo y hagamos lo que hagamos estamos incluidos en ella. Lo que sucede creo a mi modesto entender como la compaginamos con nuestra vida y que es lo que podemos hacer para ponerla a nuestro servicio y que ella disponga lo menos posible de nosotros. Esta aquí planteado el problema de la libertad y el problema de la elección. Estoy trabajando un poco en lo que el estimadísimo señor Freud (el padre del psicoanálisis denominó el "sentimiento oceánico". Lo denominó así ese sentimiento al que arribamos en contadas ocasiones y donde predomina ese rompimiento con los condicionamientos interiores impuestos por el tiempo y el espacio y que se logra a través del éxtasis místico donde empezamos a habitar en algo así que los orientales denominaron Samadhi o Nirvana y otros denominaron absoluto. El yoga es un camino, la mística y el ascetismo otro. A estos denominaríamos caminos naturales y en la cual debemos trabajar con algún método y son solo alcanzados por algunos individuos que se lo proponen como camino de religaciòn. De allí la palabra "religión" o sea religare, religarse con lo trascendente que no necesariamente tiene que ser un Entidad o algo sustancial.
Puede ser o no ser alguien personal como el Dios judeo-Cristiano sino algo impersonal como el Brahmán de los hindúes. El camino equivocado creo es alternar con las sustancias alucinógenas tan difundidas en estos momentos que son desvirtuaciones de la verdadera mística y que solo pueden conducir a la enfermedad y a la muerte. Allí no reina un espíritu de vida sino un espíritu de muerte y destrucción. La verdad es que no se si me fui del tema. Si así fuere perdóname pero se debió a un impulso de contarte algo de lo que estoy elaborando en estos momentos.
Bueno no quiero ser pesado y denso. Espero que encuentres algún camino alternativo para superar lo alienante que a veces resulta el mundo cotidiano. Pero hay que tener en cuenta que somos nosotros y nuestras circunstancias de las cuales debemos partir y sin destruir algo que siempre estamos dispuestos a superar aunque más no sea con la imaginación: que es el principio de realidad. A veces no queda otro camino que afrontar los acontecimientos como vienen con toda esa carga de desasosiego que ello trae aparejado pero que eludirla resultaría tal vez más doloroso. Y es como dijo Goethe:
Quien posee Ciencia y Arte,
También tiene religión:
Quien no posee una ni otra,
¡Tenga Religión!
Y yo estoy convencido de que vos tenés una vena artística que si te propones podés cultivarla como se cultiva un jardín para que puedas habitarlo y disfrutarlo como una alternativa a los avatares que presenta; eso que llamamos realidad (¿por qué siempre lo real lo vinculamos con el sufrimiento y la tristeza? Creo que eso es otro tema de reflexión).
Bueno me agradaría que emitieras alguna reflexión al respecto. ¿según tu opinión lo que expresé tiene algún asidero?
Un abrazo Héctor

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